Felicito y agradezco al poeta Fransiles Gallardo por su bello libro Arcoiris de Magdalena que me ha llevado a los parajes de su tierra que he andado en su grata compañía (de aquel niño feliz), como recogiendo viejas huellas de los caminos. El cielo azul de Magdalena, sus cerros centinelas, el canto de zorzales, los ríos, arcoiris y cañaverales son algunas connotaciones de su estro entre notas de guitarra y humeantes mecheros mientras suena la lluvia que festeja su retorno. Ahora comprendo el desencanto de Fransiles aventado a esta ..."Lima estéril, ...de Babel...", donde habita en "cerros con ventanas"; viajando con apuradas corbatas y relojes capataces que se mezclan en combis desaforadas y pantalones a la cadera. Es una delicia leer este Poemario donde no falta el amor de pareja y el filial, con sutiles metáforas como aquella de los ojos adheridos al recuerdo como "hirviente miel de caña de las seis". Arcoiris de Magdalena es para degustarlo de un solo trago como escribe su autor en las páginas 52/53 "LOVE ME TAKE ME drink me"; pero sin sal ni limón porque tiene la frescura, el verdor y los aromas suficientes. Raúl Gálvez Cuéllar, Lima, primavera del 2009 ("Combi" se llama en Lima a pequeños microbuses de transporte colectivo urbano y que corren como locos; lo cual me lleva al recuerdo de uno de mis libros de aforismos en que dije "Si estás aburrido de tu vida, viaja en combi"). rgc |
jueves, 24 de septiembre de 2009
ARCOIRIS DE MAGDALENA
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