lunes, 15 de septiembre de 2008

ALETEOS

RAÚL GÁLVEZ CUÉLLAR

ALETEOS
Extractos del su libro del mismo nombre,
publicado por Alejo Ediciones, Lima, Perú, 2007

He visto a muchos estúpidos depositar su dignidad en una corbata.

El tonto pobre y el pobre tonto compran los lunes los boletos de los bingos y de lotería dominicales, y viven sus ilusiones siete días por semana.

Por lo general las personas joviales almacenan hondas tristezas.

Puedes considerarte importante si das importancia a las cosas pequeñas.

Hay mucho asesino suelto con el doble crimen de matar al tiempo y a ellos mismos.

Cómo será de niño el mundo que los estadios se llenan para ver que la pelota da bote.

Jamás olvidaré a ese “alto funcionario” con una ruma de expedientes en su lujoso escritorio. Y que al preguntársele cuáles eran sus funciones, contestó: “No sé. Yo firmo nomás”.

Si pegas tu oído en las plantas, escucharás que te dicen “impaciente”.

No olvides que fueron necesarios muchos golpes de hacha para que el último derribe el árbol.

La historia es un diccionario de mentiras hecho por la política, donde los más célebres mentirosos son los historiadores.

Los títulos profesionales son como las canas que no siempre reflejan el estado de quienes las ostentan.

El astrónomo es poeta a la fuerza.

Los arquitectos deben tener presente que “no quedará piedra sobre piedra”.

Un diplomático bautizó con “líneas de expresión” a las arrugas.

Conozco un químico tan flaco, pero tan flaco que no tiene nada de físico.

El trabajo de los zapateros anda por los suelos.

Si quieres detener el tiempo, te presto mi reloj malogrado.

En el día de tu vida espera una tarde tranquila y una noche con estrellas.

Elige ser rey en tu pobreza, antes que esclavo de tu riqueza.

Ten valor y no precio.

Rico es quien tiene el corazón feliz aunque duerma sobre la yerba.

Poco falta para que la humanidad haga el amor como los gatos.

Antes de hacer el amor, el burro le dice a su pareja que no se aburra.

Cuando veo volar a los insectos, aflora mi complejo de inferioridad.

Las arañas avergüenzan a los ingenieros porque sin costosos presupuestos construyen elegantes palacios.

El escarabajo puesto de espaldas, escararriba.

Nunca he visto a un hipopótamo sin hipo.

Si quieres disfrutar en toda ocasión, abandona tus inventarios intelectuales, académicos, sistemáticos y lógicos.

Cuando tengo sueño atrasado, asisto a una conferencia.

No filosofes en la calle… porque te puede atropellar un auto.

La muerte anda con tus propios pasos y no paga alquiler.

No creo ni siquiera en lo que no creo.

Es cierto que los muertos se convierten en polvo porque de cuando en cuando sacudo el polvo de mi biblioteca.

No te descuides en ningún momento, pues para morir lo único que se necesita es estar vivo.

Después de Dios, ¿hay algo más perfecto que la muerte?

No pretendas entender a Dios por tus emociones, ni con tu conciencia, ni en tu tiempo.

La peor esclavitud es la libertad sin timón.

Uno de los errores del hombre es creerse libre, precisamente cuando no lo es.

Si quieres pasar un día feliz, no salgas de tu casa, no escuches radio, no veas televisión, no leas periódicos, no hables de política, y no preguntes cómo quedó nuestra Selección de fútbol.

La juventud cuando es sabia, sabe que la alegría no está en la vida fácil, ni en los dientes de estúpidas sonrisas.

Cuestan las enfermedades. Por ejemplo para una indigestión, se compró carnes, vísceras grasientas, condimentos y licores.

Si el universo se mueve, ¿qué parábola traza un pajarillo al volar?

Si quieres oír el sonido de la vida no hagas ruido.

¿Puedes pensar en el polo norte sin pensar en el polo sur?

Tendrás todos los poderes cuando no tengas intención de usarlos en tu beneficio.

Es hora de avanzar sin mirar cuánto falta.


Publicado en la Revista Internacional ALHUCEMA. Leer en su versión digital

1 comentario:

  1. Me gusto mucho la frase: Si quieres oir los sonidos de la vida no hagas ruido. Bello poema, lindo blog. Que cieras palabras. Saludos desde Mexico, cuidate.

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